Una frágil esfera cristalina
rodea mi imagen con aura divina.
Un lago de aguas verde azulinas
refleja mi expresión cuasi cansina.
En las ondas que el viento compromete
se refractan mis facciones aparentes.
La oscuridad de lunas se entromete
entre el cabello que cubre mi frente.
Atiza furioso mi espalda, el viento,
anunciando que está pronto el invierno.
En el aire viajan ya mis pensamientos,
en pos de un instante sempiterno.
Y cayéndose en purpúrea hondonada
la línea que ya está predestinada;
va volando mi mente, sin ser alada,
para estrellarse en la tierra siendo nada.
rodea mi imagen con aura divina.
Un lago de aguas verde azulinas
refleja mi expresión cuasi cansina.
En las ondas que el viento compromete
se refractan mis facciones aparentes.
La oscuridad de lunas se entromete
entre el cabello que cubre mi frente.
Atiza furioso mi espalda, el viento,
anunciando que está pronto el invierno.
En el aire viajan ya mis pensamientos,
en pos de un instante sempiterno.
Y cayéndose en purpúrea hondonada
la línea que ya está predestinada;
va volando mi mente, sin ser alada,
para estrellarse en la tierra siendo nada.
1 comentario:
sabés qué... no me resulta desolador, para nada, me parece tan tan concreto q siento la fuerza del destino al leerlo.
me gustó.
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