Cuando escuches el último trino
de las aves que pasan volando,
entonces sabrás que me he ido
en la estela que, ellas van dejando.
Cuando caiga la noche en silencio
y la luna te alumbre la cara
y las estrellas te miren sonriendo,
entonces ya no seré nada.
Y si acaso quedaran cenizas
de lo poco que fue de mi vida,
con las que el fuego no pudo quizá,
siempre habrá un viento que las soplará
o una lluvia que las limpiará
y entonces, ya nada quedará.
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